Gasolinazo y Efecto Peña hunden al PRI en el Estado de México
Durante la primera quincena de diciembre del año pasado se anunció el inicio de la liberalización de precios en los combustibles a partir del primero de enero del 2017. Esta medida se adelantó un año ya que en la reforma energética aprobada en el 2013 estaba prevista a partir del 2018.[1] De esta manera los precios máximos de estos combustibles dejaron de estar fijados por el gobierno federal para estar sujetas a las variaciones del mercado internacional.
El pasado 27 de diciembre de 2016 la Comisión Reguladora de Energía dio a conocer los precios máximos de gasolinas y diésel para las regiones del país[2] En promedio, los precios para gasolina magna aumentaron un 14.2%; 20.1% para premium; y 16.5% para diésel respecto a diciembre de 2016.[3] De esta manera, los precios aproximados para gasolinas magna, premium y diésel promedian por litro $15.99, $17.9 y $17.05, aproximadamente.
El gas LP también ha tenido un aumento en las primeras semanas de enero de entre 13% a 30% dependiendo la región del país.[4] Por su parte, también hubo un aumento en las tarifas de electricidad para el sector industrial y comercial, así como para usuarios domésticos de alto consumo.[5]
Bajo este contexto Delphos llevó a cabo una encuesta entre la población del Estado de México del 6 al 11 de enero. Considerando los aumentos en gasolinas, gas LP y electricidad los mexiquenses esperan ver muy afectada su economía, 85% a causa del gasolinas y diésel; y un 87% por gas LP y electricidad.
A través de redes sociales principalmente, diversos grupos de personas y ciudadanos han estado llamando a manifestarse en todo el territorio nacional en contra del aumento de precios.[6] Las primeras manifestaciones se dieron el 1 de enero. El objetivo, mostrar el descontento con esta medida. En este contexto, de acuerdo con los datos de la encuesta, el 65% de los mexiquenses dijo sentirse molesto ante esta situación; un 15% dijo sentirse decepcionado; mientras que un 13% dijo sentirse irritado.
Las protestas emprendidas por el llamado gasolinazo han sido en su mayoría pacíficas, desde marchas o bloqueos de vialidades, hasta la toma de casetas de peaje o bloqueos a los edificios de gobierno.[7] Sin embargo, bajo el argumento de las protestas, hubo quienes llevaron a cabo actos vandálicos y saqueos a diferentes establecimientos comerciales, siendo el Estado de México la entidad con más eventos de este tipo.[8]
De las diversas acciones que se han llevado a cabo para protestar por el gasolinazo, la realización de marchas pacíficas, 60%; así como el no pagar impuestos, 53%; son las que cuentan con mayor índice de aprobación entre los mexiquenses. Por el contrario, los saqueos son reprobados por un 88% de esta población.
Mensaje Presidencial
La noche del 5 de enero el Presidente de la República Enrique Peña Nieto dio un mensaje con motivo del inicio del año 2017.[9] En este mensaje el ejecutivo se refirió al tema del aumento de gasolinas y a las relaciones de México con el nuevo gobierno de Estados Unidos. Al respecto, solo la mitad de mexiquenses dijo haber visto este mensaje presidencial. De la mitad de personas que dijeron haber visto el mensaje, un 66% opina que lo dicho por el Presidente es “nada creíble”.
En este mensaje del 5 de enero, el Presidente refirió que el “ajuste en el precio de la gasolina no se debe a la Reforma Energética ni tampoco a un aumento en los impuestos”. Por el contrario, refirió factores externos como el aumento internacional en los precios del petróleo y de la gasolina, así como la importación de combustibles del país, como las principales razones. Sin embargo, pese a las explicaciones esgrimidas el 24% de los mexiquenses considera a la Reforma Energética como la razón principal del aumento, seguida del aumento en precios internacionales de petróleo y gasolina, 13%; y el porcentaje de impuestos con que se gravan las gasolinas, 12%. Solo 7% refirió costos de logística en almacenamiento y distribución de los productos.
El Presidente también enunció una serie de medidas emprendidas por su gobierno para enfrentar el aumento de precios. Por ejemplo, el recorte de 20 mil plazas de su gobierno, sin mencionar el tipo de las mismas; la disminución del 10% en salarios de la alta burocracia federal; además del recorte en el gasto del Gobierno de la República “en casi 190 mil millones de pesos”. Adicionalmente, también comunicó otras alternativas que pudieron haberse emprendido para no aumentar el costo de la gasolina, como subir impuestos, recortar programas sociales o incrementar el saldo de la deuda pública.
Sobre estas opciones el Presidente preguntó en su mensaje, si los ciudadanos estuvieran en el lugar de él ¿qué hubieran hecho? Al respecto, y considerando las opciones propuestas por él, los mexiquenses contestaron: disminuir sueldos a la alta burocracia, 40%; y recortar puestos en la burocracia, 34%; principalmente.