Estudio cualitativo sobre el primer debate entre los aspirantes a la Jefatura de Gobierno
Preferencia Electoral para Jefe de Gobierno | marzo 2018
El salto a la presidencia, los chapulines en la CDMX
El proceso electoral rumbo a las elecciones del 2018 ha dado inicio de manera formal. En la Ciudad de México, los capitalinos, además de votar por diputados federales, senadores y presidente; también habrán de elegir a sus alcaldes, concejales delegacionales, diputados locales y Jefe de Gobierno.
Hasta antes de la emergencia causada por el sismo, Miguel Ángel Mancera (MAM) había anunciado que en octubre pediría licencia al gobierno de la CDMX con el fin de buscar ser candidato a la presidencia. Con ello, MAM, mantiene una tendencia en la cual los jefes de gobierno de la ciudad han buscado la candidatura presidencial. Anteriormente Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador pidieron licencia a sus cargos para después convertirse en candidatos por el PRD; mientras que Marcelo Ebrard también participó dentro de un proceso en el cual López Obrador resultó candidato por segunda vez, en 2012.
La Constitución mexicana, que en su artículo 82 establece los requisitos para poder ser presidente, exige que quienes en su caso sean titulares del poder ejecutivo de alguna entidad federativa, se separen de su encargo por lo menos seis meses antes del día de la elección, es decir del 1º de julio del 2018.
De mantener sus aspiraciones presidenciales, Miguel Ángel Mancera deberá renunciar al puesto para el cual fue electo, convirtiéndose en un llamado “chapulín”. La práctica de abandonar un cargo antes del período estipulado se le ha dado el nombre de chapulineo,[1] y de acuerdo con un estudio en 2015 de Delphos-NU brincar de un puesto a otro es mal visto por los capitalinos.
Tan solo en la elección de ese año todos los jefes delegacionales de la CDMX y otros funcionarios, en total 42, pidieron licencia de sus cargos para competir en esa elección,[2] aunque el 59% de los capitalinos no estaba de acuerdo con que sus jefes delegacionales abandonaran sus puestos.[3] El resultado, la mitad de estos candidatos perdieron la elección.[4]
El gobierno de Mancera
Para algunos académicos el llamado chapulineo no es, como tal, un problema, puesto que muchas de las veces es el reflejo de la construcción de una carrera política, lógica y natural entre aquellas personas dedicadas de manera profesional a la política. El problema radica en la falta de un servicio civil de carrera en la administración pública cuyo funcionamiento pueda darse sin mayor problema incluso en los casos en que sus titulares llegasen a ausentarse.[5]
MAM ha manifestado su intención de ser presidente basado en “las simpatías y el trabajo realizado con la gente”.[6] Sin embargo, la aprobación del trabajo de Mancera como Jefe de Gobierno no respalda esta afirmación. De acuerdo con los datos de la última encuesta en vivienda de Delphos-NU, el 46% de ciudadanos desaprueba mucho su trabajo. En conjunto con la opinión de la gente que “desaprueba poco”, 14%, MAM obtiene un 60% de opiniones negativas a su labor.
Paréntesis en la búsqueda de la candidatura
A raíz del sismo del pasado 19 de septiembre, el actual Jefe de Gobierno ha manifestado que aplazará su salida del gobierno de la CDMX hasta que haya concluido con los primeros trabajos de reconstrucción de la ciudad.[7] Al respecto, Delphos-NU reportó que el 59% de los capitalinos evaluó negativamente el desempeño de Miguel ángel Mancera tras el sismo.[8]
En adición a lo anterior. La última encuesta en vivienda también preguntó si Mancera debería continuar con sus aspiraciones presidenciales. El 38% de los entrevistados respondió que MAM debería enfocarse en los trabajos de reconstrucción de la ciudad, aunque no pueda competir por la candidatura presidencial. Un porcentaje similar, 35%, opina que Mancera no debería de pedir licencia para buscar ser presidente de la República. Mientras que 15% considera que Mancera Espinosa debería estar en el cargo hasta diciembre y después buscar una candidatura presidencial.
La continuidad de la carrera política de Miguel Ángel Mancera, además del terreno partidista, pasa por la aprobación a su trabajo realizado en la CDMX. Los ciudadanos de la capital opinan que la labor de Mancera es mala; incluida la evaluación negativa de su desempeño ante el sismo del 19 de septiembre. Además, casi 4 de cada 10 ciudadanos consideran que debe enfocarse a los trabajos de reconstrucción, aunque no compita por la presidencia, lo cual significa terminar su periodo de gobierno y no “saltar” a otro puesto.
Mancera deberá valorar la búsqueda de la candidatura presidencial, ante un electorado que ve con malos ojos la práctica del “chapulineo” y que además desaprueba su trabajo al frente de la ciudad.
contacto@delphos.nu
[1] http://www.milenio.com/df/Coparmex_DF-campana_-chapulines-no_votes_chapulines-posible_corrupcion_0_446955463.html [2] http://archivo.eluniversal.com.mx/ciudad-metropoli/2015/impreso/brincan-delegados-8216chapulines-8217-del-prd-129360.html [3] http://delphos.nu/politicos-chapulines/ [4]http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=562158&md5=a6d253abe2b7047e314383b877ff41e0&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe [5] http://www.jornada.unam.mx/2015/01/22/opinion/019a1pol [6] http://www.eluniversal.com.mx/articulo/nacion/politica/2016/05/15/si-quiero-ser-presidente-de-mexico-dice-mancera [7] https://heraldodemexico.com.mx/cdmx/mancera-pospone-renuncia-jefatura-de-gobierno-por-sismo/ [8] http://delphos.nu/un-mes-despues-del-sismo/
Un mes después del sismo
El día de hoy se cumple un mes del sismo que afectó la ciudad el pasado 19 de septiembre, el mismo día en que se conmemoraron 32 años de otro temblor ocurrido en 1985. Horas antes del sismo, a las 11 am, en la ciudad se llevó a cabo un gran simulacro con el objetivo de conmemorar el terremoto de 1985 y reforzar los protocolos de actuación para la población ante este tipo de eventos.[1]
El sismo de hace un mes tuvo una magnitud 7.1, de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional[2] y pudo ser percibido en la Ciudad de México además de los estados de Guerrero, México, Morelos, Oaxaca, Puebla y Tlaxcala, principalmente.
Morelos, Puebla y la Ciudad de México fueron las entidades que registraron los mayores daños. Además de Oaxaca, en donde este sismo agravó más la situación del estado que tan solo dos semanas antes, el 7 de septiembre, había enfrentado un movimiento telúrico de 8.2 grados de magnitud. En este contexto Delphos-Nu llevó a cabo una encuesta entre los ciudadanos de la CDMX con el fin de conocer sus opiniones al respecto.
32 años y la ciudadanía se volvió a hacer presente
Los datos de la encuesta de DelphosNu muestran que nuevamente los capitalinos fueron una parte importante en respuesta a la emergencia. Un 75% dijo haber ayudado por medio de algún tipo de donación a los afectados; mientras que un 46% dijo haber participado con trabajo voluntario en los diversos albergues que se instalaron en la ciudad.
Producto del sismo, en la ciudad hubo zonas severamente afectadas en delegaciones como Álvaro Obregón, Gustavo A. Madero, Benito Juárez, Coyoacán, Cuauhtémoc, Iztapalapa, Miguel Hidalgo, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco.[3] En donde se reportó la caída de inmuebles y la aparición de grietas en el suelo, principalmente.
En las zonas donde hubo derrumbe de construcciones la población civil se involucró de diversas maneras en centros de acopio, en la búsqueda de sobrevivientes, removiendo escombros, aportando herramienta o distribuyendo víveres entre los rescatistas que trabajaban en los lugares siniestrados. De acuerdo con los datos de Delphos-Nu, 1 de cada 4 capitalinos (25%) dijo haber ayudado en alguna zona de desastre.
La Secretaría de Marina y el Ejército, las mejor evaluadas; presidente y delegados, los peores
En 1985, las autoridades de gobierno se vieron rebasadas ante la magnitud de a emergencia.[4] Lo más criticado entonces fue la limitada capacidad de respuesta del gobierno. En esta ocasión las opiniones respecto al desempeño de las autoridades son encontradas. Por un lado, organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacaron las acciones de respuesta del gobierno de la CDMX ante el sismo.[5] Sin embargo, los capitalinos consideran que la Marina y el Ejército mexicanos fueron quienes tuvieron un desempeño “bueno o muy bueno” ante la catástrofe, con un 81% de opiniones cada uno. En segundo lugar, la Secretaría de Protección civil de la CDMX obtuvo un 75% de opiniones en este sentido. Mientras tanto, el 74% de capitalinos evaluaron como “malo o muy malo” el desempeño del presidente Enrique Peña Nieto (EPN) ante el sismo. En segundo lugar, en este mismo rubro, se encuentran los jefes delegacionales con 63% de opiniones que califican negativamente su desempeño. Por último, prácticamente empatada en opinión negativa, con el Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera (MAM) (59%), se encuentra la Secretaría de Educación Pública (SEP) (60%), que, hasta el martes 17 de octubre de acuerdo sus propios datos, registró que el 95% de escuelas habían regresado a sus actividades, faltando poco menos de mil por hacerlo.[6]Presencia de autoridades
Las instituciones castrenses, Marina y Ejército, no solo recibieron las opiniones favorables más altas en cuanto a su desempeño tras los sismos del 7 y 19 de septiembre; sino que también son las instituciones cuya presencia en los lugares afectados fue reconocida en mayor medida. Por ejemplo, el 45% de los entrevistados identificó la presencia del Ejército en los lugares afectados en la CDMX y en otros estados. En igual proporción que la Marina. Los delegados son las figuras de gobierno ausentes durante el sismo. El 68% de ciudadanos afirmó que éstos no estuvieron presentes en los lugares dañados. En redes sociales el caso del delegado de Xochimilco, Avelino Méndez, fue emblemático, pues la población de San Gregorio, al percatarse de su presencia en la zona corrió al delegado, pues le reclamaban la falta de ayuda.[7] Por su parte, llama la atención que el 50% de las personas entrevistadas dijo no haber identificado la presencia del Jefe de Gobierno en las zonas afectadas de la ciudad. Porcentaje incluso mayor que el del presidente de la República, quien obtiene dos puntos porcentuales menos, 48%. Los sismos vividos recientemente en el centro y sur del país han afectado gran parte de la población mexicana. Sin embargo, la sociedad organizada, como hace 32 años, ha vuelto a hacerse presente. Frente a la solidaridad mostrada por los ciudadanos, las autoridades de los tres niveles de gobierno deben tener presente la importancia de conducir las labores de reconstrucción en las zonas afectadas. Pues acontecimientos de esta naturaleza representan una oportunidad de resignificar el ejercicio de las funciones públicas con responsabilidad y compromiso; o, por el contrario, pueden significar el derrumbe de la confianza de la ciudadanía en sus autoridades.contacto@delphos.nu
[1] http://www.milenio.com/df/simulacro-cdmx-2017-aniversario-terremoto_1985-proteccion_civil-milenio_0_1033096745.html [2] http://www.ssn.unam.mx/sismicidad/reportes-especiales/2017/SSNMX_rep_esp_20170919_Puebla-Morelos_M71.pdf [3] https://www.altonivel.com.mx/estas-las-zonas-afectadas-terremoto-en-la-cdmx/ [4] http://www.proceso.com.mx/228892/no-sin-nosotros-los-dias-del-terremoto-1985-2005-por-carlos-monsivais [5] http://www.excelsior.com.mx/comunidad/2017/10/04/1192644 [6] http://www.animalpolitico.com/2017/10/planteles-regresan-clases-17-octubre/ [7] http://www.proceso.com.mx/504450/delegado-xochimilco-sale-huyendo-ante-enojo-los-afectados-del-sismo-la-falta-apoyo-videos
Sin el PRD la izquierda seguiría gobernando la Ciudad
Sin el PRD la izquierda seguiría gobernando la Ciudad
El siguiente año el PRD cumplirá 20 años ininterrumpidos de estar al frente de la Ciudad de México. A lo largo de estos años la Capital se ha convertido en su principal bastión, ningún partido tradicional de oposición ha sido capaz de amenazar su predominio político en la Ciudad. Sin embargo, un nuevo partido surgido de una división en la izquierda podría ser quién acabe con la continuidad perredista en la entidad.
Fuera de la elección del 2000, desde que el PRD irrumpió como partido político formal y pasó a ocupar la primera Jefatura de Gobierno en 1997, sus márgenes de votación han ido al alza cada seis años. Además, sus opositores tradicionales mantienen una tendencia a la baja en sus porcentajes de votación para este tipo de elección. En las elecciones a Jefe de Gobierno el PRD no ha tenido competidores fuertes que hagan pensar en una alternancia.
El partido que en algún momento tuvo las mayores posibilidades de disputarle la Jefatura de la Ciudad, el día de hoy ha pasado a ser tercera fuerza electoral. Acción Nacional, después del 2000 tiene una caída de la votación para Jefe de Gobierno de casi 20 puntos, de acuerdo a datos del IEDF.Por su parte el PRI también presenta una tendencia a la baja en sus márgenes de votación para Jefe de Gobierno. El otrora partido hegemónico mantiene una caída de alrededor de 1 punto entre cada elección de Jefe de Gobierno. Sus porcentajes van de 25.1% en 1997, a 19.8% en 2012. Ni siquiera en la elección que lo trajo de regreso a la Presidencia de la República este partido ha podido revertir sus números negativos.
Los resultados que históricamente han llevado al PRD a dirigir la Capital del país son buenos. No obstante, cabe recordar dos situaciones que llevaron a la Jefatura de Gobierno a Miguel Ángel Mancera: la primera, compitió bajo el cobijo de un frente amplio de partidos denominados de izquierda, por lo que la votación no puede atribuirse únicamente al PRD; y segunda, bajo ese mismo frente compitió por la Presidencial Andrés Manuel López Obrador, anterior exjefe de Gobierno de la Ciudad, cuyo margen de popularidad entre los capitalinos es alto.
Conviene tener en cuenta estas situaciones de cara a la elección de 2018 ante la aparición de MORENA en el sistema local de partidos, pues al ubicarse en el mismo espectro ideológico que el PRD, le representa una competencia directa. De acuerdo con el dato de la última encuesta Delphos de julio de 2016, un 14% de los electores de la Ciudad dice identificarse con ese partido, mientras que quienes lo hacen con el PRD se ubican en un 18%.
Si históricamente el PRD ha tenido buenos números en elecciones concurrentes, no sucede lo mismo en lo que a elecciones intermedias respecta. Al tomar como referencia las votaciones para la Asamblea Legislativa de la Ciudad, aún antes de la ruptura con López Obrador, desde el 2009 el PRD ya registra números a la baja, 26%.
Para 2015 con la primera participación de MORENA en una elección, 23%, el PRD obtiene su votación histórica más baja en la Ciudad, 22%.
Si bien es cierto que el PRI y PAN por sí mismo no logran presionar al PRD en márgenes de votación, la división de la izquierda en la Capital sí lo ha hecho. MORENA no sólo superó en porcentaje de votación al PRD para la Asamblea Legislativa, sino que además logró ganar cinco Delegaciones en su primera elección. Estas cifras, aunadas a los resultados de la elección del Constituyente hacen pensar en una posible alternancia en la Jefatura de Gobierno por parte de MORENA.
En este contexto y de acuerdo con las mediciones llevadas a cabo por Delphos desde el proceso de 2015, se observa que MORENA encabeza las preferencias electorales a la Jefatura de Gobierno del 2018 (sin preguntar por candidato) mientras que el PRD se ubica en un 19%, únicamente un punto arriba del PAN con 18%. El PRI obtiene 10% (medición Julio 2016).
Así pues, el PRD ha mantenido una caída en las preferencias electorales de los capitalinos mientras que MORENA presenta márgenes competitivos. En lo que respecta al PRI y al PAN se observa que de mayo a julio de 2016 Acción Nacional ha revertido el tercer lugar que venía ocupando; mientras que el PRI se ubica en un tercer lugar. Por tanto, la izquierda sigue siendo el objetivo a vencer, solo que esta vez con el partido de AMLO.
De acuerdo a las tendencias pareciera ser que la Izquierda en la Ciudad seguirá gobernando, aunque no por medio del PRD. Así como el PRI quedó fuera del mando de la Capital por una ruptura, parece ser que el PRD la perderá por lo mismo. En cuanto al PAN y PRI no parecen despuntar en las preferencias electorales de los capitalinos, por lo que una alternancia por parte de estos partidos no parece pronta.
El PRD ha sido el principal referente político de izquierda dentro del sistema de partidos mexicano en los últimos años. Sin embargo, al día de hoy este instituto político vive un futuro incierto, su supervivencia política se ve amenazada aun en la Ciudad de México, su principal bastión desde 1997, y sus problemas internos no auguran un buen futuro. De no revertir esta tendencia, el poder que hoy ocupa en la Capital del país podría dejar de estar en sus manos en la siguiente administración.
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