El transporte público es la principal fuente de contaminación para los capitalinos
El transporte público es la principal fuente de contaminación para los capitalinos
A raíz de la serie de contingencias ambientales en la capital del país y la zona conurbada del Estado de México, el debate en torno a los problemas de contaminación ha cobrado mayor relevancia. Las aristas bajo los cuales se ha abordado el tema son varias e involucran desde el punto de vista ambiental hasta el de la movilidad dentro de la megalópolis.
En el marco del día mundial sin auto y retomando el tema de la contingencia ambiental en la Ciudad, Delphos se ha dado a la tarea de investigar la opinión pública de la población de la Ciudad sobre el tema contaminación, movilidad y transporte público en la capital. En esta primera entrega de una serie de cuatro, se abordará el tema de la contingencia ambiental desde las causas del fenómeno que perciben los capitalinos como relevantes.
La contingencia ambiental provocó que las autoridades de gobierno adoptaran una serie de medidas que tuvieron impacto en la vida de los ciudadanos. La principal consistió en reducir la emisión de contaminantes a la atmósfera a través de la reducción del número de vehículos que circulan en la capital y en la suspensión de ciertas actividades relacionadas con la industria.
De acuerdo con los datos de Delphos los capitalinos consideraran que la principal causa de la mala calidad del aire en la ciudad tiene que ver con el transporte público, con un 26%, seguida de la industria con un 23%. Por su parte los automóviles particulares, referente a los cuales la queja fue mayor al verse endurecidas las medidas del Hoy no circula, únicamente fueron considerados con un 16%.
Por otra parte, sólo un 7% consideró que la temporada de calor fue la razón por la cual el gobierno aplicó estas medidas, seguida por la falta de áreas verdes, con 6% y la geografía de la megalópolis, 1%, que a decir de algunos expertos hace que sea más difícil la dispersión de las partículas contaminantes.[1]
El 23 de agosto de 2013 se creó la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), que hasta el momento ha sido la principal encargada de coordinar las medidas a implementar para aminorar el impacto de la contaminación del aire. Dicha Comisión involucra al Gobierno Federal y a los gobiernos estatales de la Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala; y tiene la finalidad de establecer trabajos de planeación y ejecución encaminados a la protección del medio ambiente en la región.[2]
De acuerdo a lo anterior, las entidades integrantes de esta comisión tienen la responsabilidad de establecer medidas en sus respectivos estados que contribuyan a aminorar el impacto ambiental de ciertas actividades. Sin embargo, en marzo de este año, hubo discrepancias respecto a la responsabilidad que cada entidad de la megalópolis tiene en la contaminación del aire.[3]
Delphos preguntó a los capitalinos qué entidad de la Megalópolis contamina más. En una escala del 1 al 6, donde 1 significa la entidad que más contamina y 6 la que menos lo hace, los participantes consideraron que el Estado de México contamina más, (1) 43%; seguido por la CDMX con un (1) 32% de menciones. Sin embargo, en un agregado la CDMX resulta ser percibida como la entidad que más contamina con un 77% (1,2,3), mientras que el Estado de México obtiene un 73%.
Si se consideran las dos entidades que más contaminan de acuerdo a la opinión de los entrevistados, en ambos casos el transporte público es visto como la principal fuente de contaminación (Estado de México 43%, CDMX 28%).
Al desglosar las opiniones de los entrevistados el segundo lugar de fuentes contaminantes, en lo que al Estado de México se refiere, se ubica a la industria con un 15% y en tercero al mal manejo de desechos, 14%. Sólo un 10% consideró que los autos particulares representan la principal fuente de contaminación para la entidad.
Para el caso de la Ciudad de México, el segundo lugar en cuanto a fuentes contaminantes se atribuye a los automóviles particulares, con un 21% de menciones; seguido por la industria con el 20 %.
Las medidas ambientales y su impacto en la salud de los habitantes
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la exposición a los contaminantes existentes en el aire aumenta las probabilidades de desarrollar diversos padecimientos. Entre las complicaciones a la salud que se pueden dar están el cáncer de pulmón, desarrollo y complicación de enfermedades cardiovasculares y /o respiratorias.
La población más vulnerable resultan ser los niños, los adultos mayores y aquellas personas con padecimientos crónicos del sistema respiratorio. Sin embargo, el resto de las personas no resultan exentas de complicaciones derivadas de esta situación. Entre los problemas más comunes que se manifiestan están el dolor de cabeza, ardor de ojos, irritación de garganta o vías respiratorias.[4]
Considerando este tipo de riesgos, Delphos preguntó si los entrevistados, a lo largo de todo el periodo de contingencia, tuvieron que modificar sus actividades cotidianas. La mitad de los entrevistados, 49% dijo que sí, debido a la contingencia ambiental en la ciudad tuvo que modificar sus actividades cotidianas, mientras que un 46% dijo que no lo hizo.
Al momento de preguntarles sobre el estado de su salud personal o de algún familiar debido a la mala calidad del aire las opiniones fueron divididas. 5 de cada 10 dijeron que sí han visto afectada la salud propia o de algún familiar, mientras que el 48% dijo que no.
La situación de contingencia ambiental por la que atravesó la ciudad y las entidades colindantes puso sobre la mesa varios temas, no obstante, el énfasis tanto de autoridades como de los capitalinos en general está puesto en la movilidad de vehículos, tanto de transporte público como de uso particular, relegando las políticas ambientales a los últimos lugares.
Para los capitalinos las dos entidades más contaminantes lo son en razón de la calidad del transporte público. A diferencia del Estado de México, dónde los automóviles particulares se perciben hasta el cuarto lugar, en la ciudad se consideran como la segunda fuente de contaminación.
¿Pero qué piensan los capitalinos cuando las medidas políticas para aminorar la contaminación afectan directamente su vida? En la siguiente entrega se abordará la evaluación de los capitalinos a las restricciones que los vehículos tuvieron para circular en la ciudad.
[1] http://internacional.elpais.com/internacional/2016/03/03/mexico/1457040820_632100.html
[2] http://www.gob.mx/comisionambiental/que-hacemos
[3] http://expansion.mx/economia/2016/03/16/la-contingencia-ambiental-confronta-a-gobiernos-de-mexico
[4] http://www.animalpolitico.com/2016/03/contingencia-ambiental-asi-dana-tu-salud-lo-que-estas-respirando/
Mover ¿al Estado de México?
Mover ¿al Estado de México?
El pasado 30 de junio se dio por concluido el programa “Hoy no circula ampliado” luego de haber sido puesto en marcha desde el 5 de abril. El principal objetivo, aminorar la mala calidad del aíre registrada en el Valle de México, lo cual incluye las 16 delegaciones políticas de la ciudad, además de los 18 municipios conurbados del Estado de México. [1]
Con la implementación de esta medida los automovilistas que usualmente se desplazan en el Valle de México debieron dejar de circular, por lo menos, un día a la semana independientemente del engomado, número de placa y holograma que portaran sus vehículos. Los únicos que quedaron exentos fueron las motocicletas, transporte escolar, así como los transportes eléctricos o que usan otras energías limpias, principalmente.
A días de haber concluido esta modalidad del “Hoy no circula”, Delphos llevó a cabo un levantamiento a nivel Estado de México, en el cuál 34% de los entrevistados dijo que la mala calidad del aíre se debe principalmente al transporte público; ubicándose este muy por encima de la industria, 22% y automóviles particulares, 16%.
El hoy no circula ampliado.
El 30 de marzo, la Comisión Ejecutiva de la Megalópolis, que comprende las entidades de Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala, anunció el aumento en las restricciones del programa, debido a los altos índices de ozono y partículas contaminantes en el aíre del Valle de México. Según cifras de la misma comisión, al año se registran 22 mil muertes asociadas con esta situación.[2]
En este sentido los datos de la encuesta Delphos muestran que un 41% de la población del Estado de México ha visto afectada su salud debido a la mala calidad del aire, mientras que casi la mitad de los entrevistados aseguró que tuvieron que modificar sus actividades cotidianas debido a esta situación, 45%.
Con el hoy no circula ampliado el sistema de transporte público vio aumentada su demanda, lo cual colocó nuevamente sobre la mesa, además del tema ambiental, una discusión respecto a la suficiencia y calidad en los servicios de transporte, tanto del Estado de México como en la Capital del País.
Las condiciones del transporte público en el Estado de México
De acuerdo al Consejo Nacional del Población (CONAPO) poco más de 20 millones de habitantes conforman la Zona Metropolitana del Valle de México[3] (Distrito Federal, Estado de México e Hidalgo) lo que la convierte en la mayor concentración urbana de personas en América Latina.[4] Esta situación acarrea una serie de problemas, entre los cuales se encuentra el tema de la movilidad. Dentro de la zona metropolitana del Valle de México se concentra un promedio de 300 automóviles por cada 100 mil habitantes, en los cuales se realizan el 29% de los viajes, con una ocupación promedio de 1.2 personas. [5]
Si bien por encima del tema de movilidad los mexiquenses consideran problemas como la corrupción, el desempleo y falta de servicios básicos, el transporte público se percibe más cercano a un tema ambiental, de acuerdo al dato Delphos. Más de la mitad de los habitantes consideran que, en conjunto, automóviles particulares y transporte público son la principal fuente de contaminación en el estado, siendo este último el más contaminante, 38%. Mientras que la industria y las malas políticas ambientales representan un 16% y 6% respectivamente en la opinión de los entrevistados.
El Estado de México, a través de la secretaría de Movilidad estima que en la entidad existe alrededor de 30 mil unidades de transporte público fuera de norma, lo cual incluye vehículos contaminantes.[6]Opinión ciudadana después de la contingencia ambiental y la movilidad
En el caso del Estado de México no hubo descuentos en las rutas que brindan el servicio en la entidad, pues el transporte no está subsidiado a diferencia de la Ciudad de México, donde el Metro, Metrobús y Trolebús, principalmente, implementaron el servicio de forma gratuita o con reducción de tarifas.[1] Esto, aunado a las condiciones bajo las cuales las unidades prestan el servicio, ha generado una serie de críticas entre los usuarios hacia este sector.
Con lo anterior, Eruviel Ávila, actual gobernador de la entidad, es evaluado por los entrevistados de manera favorable sólo por un 21% y 27%, en comparación con el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera en los rubros de “Cuidado del Medio Ambiente” y “Movilidad y transporte”. Mientras que las opiniones negativas de los mexiquenses, en esta comparación con el Jefe de Gobierno, ubican al Gobernador con números de 41% y 37% respectivamente, como se observa en la siguiente gráfica:
Sin duda el tema de la contingencia ambiental acentúo espacios, no tradicionales, bajo los cuales se evalúa el desempeño de las autoridades, pues este es un problema que al atravesar varias entidades federativas involucra necesariamente a diferentes autoridades en los tres órdenes de gobierno. Con ello, Delphos preguntó respecto al desempeño percibido de cada una de las autoridades a nivel federal, estatal y ciudad en cuanto al periodo de contingencia ambiental.
Con la mitad de las opiniones, Enrique Peña Nieto, Eruviel Ávila y Miguel Ángel Mancera resultan evaluados de manera negativa; de esta manera ninguno se distingue de manera espacial en la opinión pública en el tema de la contingencia ambiental y las acciones implementadas para atenderla.
A medio mes de que este periodo de restricciones a la circulación de vehículos haya concluido, los ánimos se han enfriado y en un ejercicio retrospectivo la población, en este caso los mexiquenses, dan cuenta de los temas que han salido a la luz, los evalúan y opinan al respecto. En particular, la movilidad, pese a no ser un tema que se encuentre entre las principales problemáticas percibidas sí representa un desafío importante que impacta de manera sensible en la calidad de vida da la población, por lo que deberá ser atendido en los próximos años. Más adelante habrá que ver la opinión de los habitantes de la Ciudad de México al respecto.
*Para cualquier duda o comentario contacte a:
diaz@delphos-nu.com
[1] Atizapán de Zaragoza, Coacalco, Cuautitlán, Chalco, Chimalhuacán, Ecatepec, Huixquilucan, Cuautitlán Izcalli, Ixtapaluca, Naucalpan, Nicolás Romero, Tecámac, Nezahualcóyotl, La Paz, Chicoloapan, Tlalnepantla, Tultitlán y Valle de Chalco.
[2] http://www.excelsior.com.mx/comunidad/2016/03/30/1083680 [3] http://www.conapo.gob.mx/es/CONAPO/Zonas_metropolitanas_2010 [4] http://www.onuhabitat.org/Reporte%20Nacional%20de%20Movilidad%20Urbana%20en%20Mexico%202014-2015%20-%20Final.pdf p.18. [5] http://www.onuhabitat.org/Reporte%20Nacional%20de%20Movilidad%20Urbana%20en%20Mexico%202014-2015%20-%20Final.pdf p. 33. [6] http://www.eluniversal.com.mx/articulo/metropoli/edomex/2016/04/29/van-en-edomex-contra-unidades-contaminantes [7] http://www.24-horas.mx/se-estrena-nuevo-no-circula-con-precontingencia-infografia/El Espacio Público en la Ciudad de México
El espacio público es un componente fundamental para la organización de la vida colectiva, es parte de la imagen e identidad de una ciudad, es un indicador que muestra la calidad de vida que disfrutan sus ciudadanos, así como la labor de su gobierno.
Este espacio de uso común puede cumplir diferentes funciones dependiendo el estilo que le quiera imprimir cada gobierno y la apropiación misma de los ciudadanos, por tal motivo es importante conocer cuáles son las características que debe tener el espacio público en la ciudad de acuerdo a las necesidades de la población.
Con el fin de contribuir al debate público sobre los espacios públicos de nueva creación en la ciudad de México, Delphos realizó 500 encuestas en vivienda, cara a cara en el Distrito Federal entre el 10 y 16 de octubre de 2015, esperamos que los hallazgos que a continuación se enuncian puedan abonar a una mejor toma de decisiones de las autoridades y los ciudadanos en conjunto.
Referente al aumento o la disminución en la ciudad, podemos observar una opinión dividida, por un lado existe la percepción de que los espacios públicos han aumentado (38%), no obstante otra parte opina que siguen igual (35%) mientras que un cuarto de la población (24%) piensa que han disminuido.
Probablemente esto se puede explicar con la diferencia de obras realizadas en distintas delegaciones en lo últimos años.
Características del espacio públicoPlanear, diseñar, normar, emitir opinión, ejecutar y supervisar las obras públicas, es papel de las autoridades de la ciudad. Por lo cual se deben conocer las opiniones y necesidades de la población, en relación a los beneficios que estas áreas y vías ofrecen.
La característica más mencionada se refiere al acceso gratuito (70%), aunque existe también mucho interés por foros de entretenimiento comerciales (62%) que implican un costo.
Podemos observar que los capitalinos buscan aspectos tangibles y prácticos que influyen de forma directa en la calidad de vida, como son la recreación (68%) y la convivencia (58%). En contraste, existe poco interés por los beneficios abstractos o no inmediatos, que ofrecen el fomento de identidad (33%) y orgullo (27%) en el espacio público.
Características que se atribuyen al espacio público por grupos de edadEn general podemos señalar que todos los grupos buscan recreación, la cual parece estar ligada a los foros de entretenimiento (como cines, teatros, salas de conciertos, etc.).
La gratuidad tiene mayor importancia en los segmentos más jóvenes, mientras que disminuye claramente su mención en los grupos a partir de los 46 años.
Otro aspecto que pierde importancia en los grupos conforme aumenta la edad es la movilidad, en los grupos de 18 a 25 años y 26 a 35 años es mencionado por el 59% y 52% respectivamente, mientras que en el grupo de adultos mayores de 56 años solo es mencionado por el 31%.
Las características de estimulación de la economía local, locales comerciales, orgullo e identidad se comportan de manera parecida. Se vuelve notorio un patrón donde observamos que estas características del espacio público pierden importancia en los grupos de mayor edad.
Por lo tanto podemos concluir que a mayor edad existen menos exigencias al espacio público. La pregunta que queda abierta es, si esto se debe a que realmente las necesidades y exigencias de la población bajan conforme aumenta la edad; o si estamos observando un fenómeno generacional donde los más jóvenes tienen exigencias nuevas y más definidas sobre qué les debe de brindar el espacio público.
Preferencias para el espacio público por clase socialAl segmentar las características más mencionadas encontramos que aquellos que se auto perciben como clase media-baja dan más importancia a las características culturales y al fomento de orgullo en el espacio público.
Los que se perciben como clase media-media mencionan notablemente más factores que debe satisfacer el espacio público, los cuales podemos resumir principalmente en lugares de entretenimiento comerciales sin importar que implique un gasto.
Los proyectos públicos que cubren en gran medida las necesidades de la clase media-media, media–alta o alta corren el riesgo de generar un ambiente de exclusión para las clases de menor poder adquisitivo. El efecto puede fomentar mayor desigualdad entre los ciudadanos en vez de una tendencia inclusiva que desvanece las líneas de clases y categorías que han dominado nuestra sociedad.
El espacio público debe concentrar la heterogeneidad social, se requieren espacios de encuentro y contacto, tangibles o intangibles que permitan reconstruir la unidad en la diversidad, donde se promueva la convivencia entre poblaciones con diferentes características.
Como ejemplo de un espacio integrativo podemos citar a la Cineteca Nacional, que reúne a partir de su oferta cultural a precios accesibles, un público heterogéneo de todas las edades, clases sociales, modas y formas de vida, que logran convivir en armonía en este espacio semipúblico dentro de la ciudad.
Parece que la discusión no debiera girar en torno a los conceptos público, semipúblico o privado sino qué tanto los diferentes proyectos integran las necesidades e intereses de todos los segmentos de la población.