El Espacio Público en la Ciudad de México
El espacio público es un componente fundamental para la organización de la vida colectiva, es parte de la imagen e identidad de una ciudad, es un indicador que muestra la calidad de vida que disfrutan sus ciudadanos, así como la labor de su gobierno.
Este espacio de uso común puede cumplir diferentes funciones dependiendo el estilo que le quiera imprimir cada gobierno y la apropiación misma de los ciudadanos, por tal motivo es importante conocer cuáles son las características que debe tener el espacio público en la ciudad de acuerdo a las necesidades de la población.
Con el fin de contribuir al debate público sobre los espacios públicos de nueva creación en la ciudad de México, Delphos realizó 500 encuestas en vivienda, cara a cara en el Distrito Federal entre el 10 y 16 de octubre de 2015, esperamos que los hallazgos que a continuación se enuncian puedan abonar a una mejor toma de decisiones de las autoridades y los ciudadanos en conjunto.
Referente al aumento o la disminución en la ciudad, podemos observar una opinión dividida, por un lado existe la percepción de que los espacios públicos han aumentado (38%), no obstante otra parte opina que siguen igual (35%) mientras que un cuarto de la población (24%) piensa que han disminuido.
Probablemente esto se puede explicar con la diferencia de obras realizadas en distintas delegaciones en lo últimos años.
Características del espacio públicoPlanear, diseñar, normar, emitir opinión, ejecutar y supervisar las obras públicas, es papel de las autoridades de la ciudad. Por lo cual se deben conocer las opiniones y necesidades de la población, en relación a los beneficios que estas áreas y vías ofrecen.
La característica más mencionada se refiere al acceso gratuito (70%), aunque existe también mucho interés por foros de entretenimiento comerciales (62%) que implican un costo.
Podemos observar que los capitalinos buscan aspectos tangibles y prácticos que influyen de forma directa en la calidad de vida, como son la recreación (68%) y la convivencia (58%). En contraste, existe poco interés por los beneficios abstractos o no inmediatos, que ofrecen el fomento de identidad (33%) y orgullo (27%) en el espacio público.
Características que se atribuyen al espacio público por grupos de edadEn general podemos señalar que todos los grupos buscan recreación, la cual parece estar ligada a los foros de entretenimiento (como cines, teatros, salas de conciertos, etc.).
La gratuidad tiene mayor importancia en los segmentos más jóvenes, mientras que disminuye claramente su mención en los grupos a partir de los 46 años.
Otro aspecto que pierde importancia en los grupos conforme aumenta la edad es la movilidad, en los grupos de 18 a 25 años y 26 a 35 años es mencionado por el 59% y 52% respectivamente, mientras que en el grupo de adultos mayores de 56 años solo es mencionado por el 31%.
Las características de estimulación de la economía local, locales comerciales, orgullo e identidad se comportan de manera parecida. Se vuelve notorio un patrón donde observamos que estas características del espacio público pierden importancia en los grupos de mayor edad.
Por lo tanto podemos concluir que a mayor edad existen menos exigencias al espacio público. La pregunta que queda abierta es, si esto se debe a que realmente las necesidades y exigencias de la población bajan conforme aumenta la edad; o si estamos observando un fenómeno generacional donde los más jóvenes tienen exigencias nuevas y más definidas sobre qué les debe de brindar el espacio público.
Preferencias para el espacio público por clase socialAl segmentar las características más mencionadas encontramos que aquellos que se auto perciben como clase media-baja dan más importancia a las características culturales y al fomento de orgullo en el espacio público.
Los que se perciben como clase media-media mencionan notablemente más factores que debe satisfacer el espacio público, los cuales podemos resumir principalmente en lugares de entretenimiento comerciales sin importar que implique un gasto.
Los proyectos públicos que cubren en gran medida las necesidades de la clase media-media, media–alta o alta corren el riesgo de generar un ambiente de exclusión para las clases de menor poder adquisitivo. El efecto puede fomentar mayor desigualdad entre los ciudadanos en vez de una tendencia inclusiva que desvanece las líneas de clases y categorías que han dominado nuestra sociedad.
El espacio público debe concentrar la heterogeneidad social, se requieren espacios de encuentro y contacto, tangibles o intangibles que permitan reconstruir la unidad en la diversidad, donde se promueva la convivencia entre poblaciones con diferentes características.
Como ejemplo de un espacio integrativo podemos citar a la Cineteca Nacional, que reúne a partir de su oferta cultural a precios accesibles, un público heterogéneo de todas las edades, clases sociales, modas y formas de vida, que logran convivir en armonía en este espacio semipúblico dentro de la ciudad.
Parece que la discusión no debiera girar en torno a los conceptos público, semipúblico o privado sino qué tanto los diferentes proyectos integran las necesidades e intereses de todos los segmentos de la población.